viernes, 11 de marzo de 2016

Siete mineros fallecen en una explosión de grisú en el Pozo Sotón (1946)

Pozo Sotón en 1946 (C) El Entrego Club de Fútbol
Hacía las tres de la tarde del sábado 28 de septiembre de 1946, hora de salido de trabajo en la galería sobre la capa San Gaspar, en la segunda planta, y taller de explotación de segunda a primera planta, ocurrió una explotación de grisú, que produjo grandes efectos dinámicos, sepultando a 7 obreros a causa de los importantes hundimientos que se produjo en el momento de efectuar la pega.
Como era final de mes y al día siguiente domingo, todos los vigilantes tenían que salir de la mina antes de lo normal para hacer el recuento de jornales. En el momento de la explosión, parte del personal se encuentra en el embarque de las diferentes plantas para coger la jaula y otros ya se encuentran en el exterior. En el interior solamente estaba el equipo para el disparo de las labores. Esa es la hora destina para efectuar la pega de los barrenos de los diferentes frentes y talleres.  Se comenzó a efectuar la pega pero no se puedo terminar porque se produjo una explosión de grisú al disparar a unos barrenos en el testero de la capa San Gaspar, que produjo grandes efectos dinámicos y que dejo incomunicados a siete  obreros en dicha calería a causa de los importantes hundimientos que se produjeron en la misma y en el macizo de protección de esta galería al taller de segunda a primera planta, cuyo macizo de cuatro metros cayó sobre la galería.  
Al parecer todo apunta a que la causa que origino la explosión se debe a que alguno de los cuatro barrenos a los que se dio fuego en el frente de la galería San Gaspar, debió dar bocazo (explosión que sale por la boca del barreno sin producir efecto) e inflamo alguno de grisú que se desprendió del frente, originando una llama que rápidamente se propago recorriendo los 100 metros escaso que dista dicho frente de los coladeros del taller de segunda a primera planta, y en vez de apagarse o producir una ligera explosión, se puso en contacto con los macizos de carbón de protección con la galería, que estaban agrietados y desprendidos de la falla que presentaba el taller, en los  que se encontraba aprisionado el grisú más que suficiente para provocar el derrumbe.
Según el dictamen médico todas las víctimas fallecieron por quemaduras sufridas y asfixia por enterramiento. Las víctimas fueron:
  • Belarmino Antuña Fernández; 39 años, San Martin del Rey Aurelio, posteador 
  • Arturo Antuña Fernández: 34 años, San Martin del Rey  Aurelio, picador 
  • Amalio Laviana: 27 años, Laviana, ayudante de barrenista 
  • Manuel Jesús Fernández González: 38 años, San Martin del Rey Aurelio, barrenista 
  • José García Ordiz: 29 años, Laviana, barrenista 
  • José Ceferino Antuña: 36 años, San Martín del Rey Aurelio, barrenista 
  • Julio Fernández Tamargo: 21 años, San Martin del Rey Aurelio, pinche


Alrededor de 15.000 personas se congregaron para asistir al sepelio de los cinco mineros el día 6 de octubre.  Los restos mortales de las cinco víctimas fueron inhumados en el panteón levantado por la empresa en el cementerio de San Andrés. Cuando termino la ceremonia, el ministro de trabajo entrego a los familiares de las victimas 3.000 pesetas.  En señal de duelo, se hizo un paro general en toda la minería asturiana. El sepelio de los últimos mineros que faltaban por sacar, se hizo el domingo 13 de octubre, acompañado en una gran manifestación de duelo que supero las 10.000 personas. 

Fuentes: archivo histórico minero, catástrofes de la minería asturiana tomo I

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